1996

Cuando se pierde la credibilidad en ciertas cosas de la vida, es cuando se encuentra el vacío del que todos hablan. Cuando se pierde la fe en ciertos sentimientos de nuestras vidas, es cuando ganamos espacios vacíos en el alma. 'Ganamos espacios vacíos'. Es un poco irónica esta frase, pero la siento. El vacío es muchas veces lo que más pesa. Llenando lo que queda de espacios vacíos. Cosas ausentes, que algún día estuvieron allí. Pero hoy no hay nada. Existe algún vano recuerdo de esas cosas que hoy no estan. Lo que queda es polvo, alguna frase muy lejana. Que se reconoce a lo lejos. Y el alma se agobia por no poder soportar ese peso, pide a gritos que el corazón deje en libertad a esos sentimientos que quieren volar. Esos sentimientos que algún día brindaron calor, hoy dejan espinas. Y todo eso, sangra. Desde adentro, sangra.
 Existen días, en los que cuestiono cada maldito paso que doy. Cada cosa que digo o elijo. Existen días en los que te mando a visitar al diablo y te invito a quedarte en ese infierno. Existen días, en los que creo que no te mereces eso. Y existen días, en los que te extraño a más no poder. En los que no entiendo tu manera de querer a alguien y envidio lo fácil que olvidas todo. ¿Cómo puedo desearte que seas feliz con ella, cuando me estas asesinado minuto a minuto? No lo sé. Pero lo hago. Y si te vas a ir, que sea para siempre. Yo sabré como sobrevivir, la lástima no existe. No existe.