1996

Aprende a apreciar a la gente que tienes a tu lado, a los que te valoran. Pero a los que te valoran de verdad, no a aquellos que al cabo de un tiempo te reemplazan, como si fueras un puto juguete roto. Aprecia cada detalle y diles lo mucho que te importan, que de vez en cuando es bueno saber lo mucho que te quieren. Y hazme caso, no confíes tan facilmente en la gente porque de quien menos te lo esperes, zas. Te dará la puñalada y de tal manera que luego te costará volver a confiar en la gente. Aprende a no hablar sin saber, a no meterte donde no te llaman y a no juzgar a alguien por las mismas cosas de las que te podrían juzgar a ti. Recuerda que todo lo malo en esta vida ocurre y que las cosas buenas pasan cuando menos te lo esperas, que los pequeños detalles son en realidad los que más importan y joder, que no seas tan orgulloso. Muchas veces te caerás, tantas que perderás la cuenta, que ya no sabrás diferenciar el dolor de la felicidad. Pero lo importante es levantarte, te lleve el tiempo que te lleve, sea solo o en compañía, que no importa. Recuerda que lo que la vida te da, también te lo quita así que guárdate ese puto orgullo en un bolsillo. Que si algo he aprendido es a base de errores y que más vale arrepentirse de lo que has hecho que de lo que nunca harás. Ante todo, lo único que debes saber es que tu vida es solo tuya y que solo tú puedes hacer lo que te salga de la nariz, del culo o del alma con ella. Regala sonrisas a las personas que siempre están a tu lado y a los que te critican, que te vean feliz que es lo que más les jode. Reparte abrazos y caricias, olvida los malos momentos e intenta recordar solo los buenos, al final y al cabo son los que nos sacan una sonrisa.