
No te vayas. O llévame contigo. Deshazte de esta soledad que escapa de mis labios cuando te susurro que no te vayas. Deshazme del brillo de tus ojos cuando me miras y digo, llévame contigo. Cierro los ojos y ya no estás. Ni mis labios susurran, ni tus ojos me pertenecen, ni mis palabras suplican imposibles. Me quedo con la soledad, mi soledad; me quedo con unos ojos que brillan, mis ojos, y un silencio que me ahoga, tu silencio. Vuelve, o déjame ir contigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario