Estoy cansada de estar cansada; estoy cansada de estar triste; estoy cansada de explicar la misma cosa una y otra vez; estoy cansada de tener que justificar mis decisiones, mis pensamientos, mis sentimientos; estoy cansada de oír: te vas a equivocar, ese no es el camino correcto. Estoy cansada de que piensen por mí, de que elijan por mí, de que decidan por mí. Estoy cansada de que no tengan en cuenta lo que quiero, lo que decido, lo que voy a hacer, como si no tuviera valor, como si no fuese lo suficiente importante, como si no fuese capaz de nada. Estoy harta, muy harta. Tengo el alma cansada, de luchar contracorriente, de hablar con las paredes, de querer y no tener, de sufrir de forma gratuita, de tener ideas claras y que alguien me las enturbie, de que entorpezcan las vistas de mi horizonte, de que me quieran cambiar el horizonte, de que me hagan pasar por tonta. No quiero estar triste, ni cansada, ni tener el alma dolida, quiero vivir, luchar, encontrar el camino, aprender en el trayecto, compartir, mirar con ojos curiosos, ver, sentir, elegir, reír, llorar, soñar… Quiero ser yo, intentarlo, puedo, lo haré, lo voy a conseguir.
muy bueno.
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